Mi sensibilidad se escapa y me voy yendo con ella a un sitio sin fondo, sin sentido y sin rumbo. La oscuridad no me asusta, sin embargo tampoco me acostumbro, alguien me dijo que después de esto viene la luz y no supe si creerle y no me importó mucho tampoco, promesas he recibido tantas y aqui a van anudadas a mi corazón todas inconclusas, asi es que decidí no dar crédito. Esta ajena y productiva frialdad no me deja sentir ni recordar y he decidido que por ahora es lo más conveniente, al menos hasta que llegue el verdadero dueño de mis caricias y mis besos.
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